Disartria, estrategias de intervención logopédica (Hospital Aita Menni)

Al hablar realizamos movimientos muy rápidos con los labios, lengua, mandíbula, velo del paladar, laringe, músculos intercostales y el diafragma. Para obtener un habla inteligible los movimientos de los músculos y las articulaciones deben ir en la dirección correcta y ejecutarse con la fuerza necesaria y la precisión oportuna. Nuestro cerebro es el responsable de que estos movimientos complejos sean programados y llevados a cabo de forma coordinada. Cuando una persona sufre una lesión cerebral, bien por un traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular o bien por una enfermedad neurodegenerativa, congénita o tumor, los órganos empleados para hablar sufren alteraciones en el tono, fuerza, simetría, sensibilidad y velocidad de los movimientos provocando dificultades en la respiración, la fonación, articulación, la resonancia y la entonación. Estas dificultades en la articulación comprenden diferentes características dependiendo del lugar de la lesión siendo las más frecuentes: - incoordinación fono
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