Lamentaciones 3: 22 ¡el fiel amor del Señor nunca se acaba! Sus misericordias jamás terminan.

Nada más que Dios siempre satisface completamente, porque el alma está hecha para Dios, y sin Dios es inquieto y en secreto tormento SALMOS 34 4 Oré al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. 5Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro. 6En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó; me salvó de todas mis dificultades. 7Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen. ORACIÓN: Poderoso Dios y Salvador, escucha mi oración y protégeme con tu amor y perdón.
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