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En Isla Mironda, en la regiΓ³n de Oblivia, existe una canciΓ³n de Entei. La canciΓ³n dice:
βπ·π ππππ πππππππ, ΒΏππππΜπ ππ ππππππΜ?
πΌππππ ππ πππππ, ππ ππππππ πππππππΜ.β
βπ·π ππππ πππππππ, ΒΏππππΜπ ππ πππππππππΜ?
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βΒ‘π¬ππππππ! π»πππ ππ ππππ π°ππππ πππππππΜ
π, ππ ππ ππππ πππππ, ππ ππππππ πππππππΜ.
π°π π³πΜπππ ππ πππππππ, ππ ππππππ πππππππΜβ
Aunque esta canciΓ³n pueda parecer autΓ³ctona de las islas Mironda en la regiΓ³n de Oblivia, el hecho es que dicha canciΓ³n tambiΓ©n existe en las tierras iberas para representar a dicha βdeidadβ del fuego.
Aunque lo que muchos no saben es la verdadera naturaleza de Entei, pues en realidad se trata del guardiΓ‘n supremo de Iberia. Su llama alimenta la vida de la regiΓ³n, por lo que su vida esta atada a la de estas tierras y viceversa.
Pese que a lo largo de los siglos existen distintos registros sobre la bestia correr por las montaΓ±as como una estela de fuego o incluso ayudar en eventos cruciales de la historia de estas tierras, sigue siendo visto como un mito debido a la forma en que aparece la gran mayorΓa de casos. Siendo uno de aquellos, cuando el joven entrenador lo encuentra sobre una de las montaΓ±as de aquella ruta, haciΓ©ndose eco con un poderoso rugido que agitaba la solitarias solitarias montaΓ±as, desapareciendo del lugar antes de que el joven pudiera reaccionar siquiera. Lo que el desconoce es la razΓ³n de aquella apariciΓ³n que en un futuro tendrΓ‘ su razΓ³n de ser, pero por el momento en su mente quedara como un simple encuentro espontaneo.
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