Joseph Haydn. Sonata nº. 50, parte 2. (XVI:50) - música de la bondad infinita.

Haydn trae bondad, la que falta tanto a la humanidad. Álbum Completo: “El corazón abierto para el músico es mucho más importante que la posición de las manos o la carrera de los dedos. La música que esta inscrita en la partitura no existe, el relleno espiritual y el colorido sonoro es lo que le concede a la obra el interprete. Luego se toca de lo alto, ser guiado de lo alto, “el tocar para el buen dios“.
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