Cocina fantasma contra la crisis: “A ver cuántas marcas sobreviven al ‘boom”

Desde que el estado de alarma y el toque de queda cambiaron las costumbres de los madrileños, los repartidores se han vuelto parte del paisaje urbano. La comida a domicilio ha crecido un 73% en el último año, impulsada por las ciudades, según datos recogidos por la empresa de análisis de mercados Kantar, que no discrimina los datos para la capital. Pero no todos los envíos llegan desde los restaurantes. Cada vez más, los variados platos que se ofrecen a un click en el móvil se han elaborado en cocinas sin atención al público.
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