L’ ORFEO: Favola in Musica (Claudio Monteverdi) - Representación de Jordi Savall

L’ ORFEO: Favola in Musica (1607) - Claudio Monteverdi (1567 - 1643). (Representación de Jordi Savall y La Capella Reial de Catalunya en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, 2002) Intérpretes: - Montserrat Figueras (La Música) - Furio Zanasi (Orfeo) - Arianna Savall (Eurídice) - Sara Mingardo (La Mensajera) - Cécile van de Sant (La Esperanza) - Antonio Abete (Caronte) - Adriana Fernández (Proserpina) - Daniele Carnovich (Plutón) - Fulvio Bettini (Apolo) - Marília Vargas (Ninfa) - Francesc Garrigosa, Carlos Mena, Gerd Türk, Iván García (Pastores / Espíritus) () Jordi Savall on Spotify: Jordi Savall on Facebook: El libreto es obra de Alessandro Striggio (el Joven) (1535 - 1590) y se basa en la obra de Rinuccini “L’Euridice“ que ya había servido de base a las óperas de Peri y Caccini. Striggio amplió el pequeño poema de Rinuccini hasta convertirlo en un libreto de cinco actos, con un sentido teatral más dramático y emocionante. “El Orfeo“ se considera la primera gran ópera de la historia de la Lírica y punto de arranque fundamental en el desarrollo del género durante los siglos posteriores. El texto de “El Orfeo“ con traducción al español se puede ver en el siguiente enlace: ARGUMENTO: ( La acción se desarrolla en Grecia y las regiones subterráneas del mundo de los espíritus, en una antigüedad mítica). [PRÓLOGO] Tras una tocata instrumental de metales en RE Mayor con carácter estruendoso, aparece la Música, haciendo alabanzas de los presentes e instándolos a guardar silencio, mientras se narra la historia de Orfeo, hijo del dios Apolo y la musa Calíope. [ACTO PRIMERO] En un prado en medio del campo, ninfas y pastores celebran con alegría el día esplendoroso en que se casarán el mítico cantor de la Tracia, Orfeo, y su amada, la ninfa Eurídice; cantan uno de los pasajes corales más representativos de la época, «Lasciate i monti». Orfeo relata cómo se enamoró de ella y ésta responde con el mismo ardor. Luego va con sus compañeras a recoger guirnaldas de flores. Pastores y ninfas continúan con sus danzas y alegres cantos, mientras reinan el regocijo y la felicidad. [ACTO SEGUNDO] Rodeado por los pastores, Orfeo entona un canto a la naturaleza y cuenta cómo corría por los sombríos bosques antes de haberse enamorado. La alegría se interrumpe cuando llega la Mensajera, quién anuncia a Orfeo que una serpiente venenosa ha mordido a su amada Euridice causándole la muerte. La propia Mensajera lamenta tener que dar semejante noticia. Orfeo decide descender a los infiernos a rescatar a Eurídice (al descenso voluntario al infierno se lo denomina catábasis), entonando un desesperado lamento. [ACTO TERCERO] Orfeo llega a la laguna Estigia acompañado por la Esperanza, Pero ésta le anuncia que no puede llevarlo mas allá porque vio grabado en la piedra el texto que cita a la Divina Comedia de Dante: “Abandonad toda esperanza los que entráis“. Caronte se niega a darle paso en su barca, pero Orfeo logra dormir al vigilante con su canto, y robándole la barca cruza la laguna entrando directamente en el infierno. Mientras, un coro de espíritus infernales celebra al Hombre, esa criatura que no intenta ninguna empresa en vano, y contra el cual la Naturaleza no sabe armarse. [ACTO CUARTO] Orfeo ha llegado a los infiernos, y con su canto logra emocionar a Proserpina. Ésta le ruega a Plutón que le permita a Orfeo recuperar a su amada Euridice, haciendo referencia a su antiguo amor, por el cual él la raptara y la llevó a los infiernos. El dios reconoce también haberse conmovido con el canto de Orfeo, y finalmente acepta y permite que Eurídice le siga, con la condición de que Orfeo no vuelva la mirada a su amada hasta que hayan salido del infierno. Orfeo parte de los infiernos seguido por Eurídice. Pronto le entra la duda de si ella realmente lo sigue y, al oír un ruido, no resiste la tentación de girar la cabeza para cerciorarse. En ese momento ella comienza a desvanecerse y un espíritu, ministro de Plutón, le amonesta:“Roto has la ley, e indigno eres de gracia“. Orfeo intenta seguirla, pero es expulsado del infierno. El coro cierra el acto con esta observación: “Venció al infierno Orfeo y fue vencido por sus propias pasiones“. [ACTO QUINTO] Orfeo regresa al campo de Tracia lamentando su soledad, vagando sin rumbo y llorando su amor perdido. El eco repite su lamento trágico y Apolo, dolido por el sufrimiento que aqueja a su hijo, desciende del Olimpo y le dice que lo acompañe al cielo, donde encontrará la bella semblanza de Euridice en el sol y en las estrellas. Padre e hijo cantan un alegre dúo, mientras ascienden al cielo donde alcanzaran la alegría eterna.
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