Cucurrucucú paloma. Pedro Infante 1954

Tomás Méndez Sosa (1926-1995), fue un músico y compositor de música folklórica de México. Su padre era minero y murió de tuberculosis. Por eso su educación se vio limitada y se cuenta que sus primeras canciones las dio a conocer en el burdel de su pueblo natal, Fresnillo, en Zacatecas. Pudo luego estudiar un poco de solfeo, aunque le gustaba más componer de oído. Durante una reunión en la casa de Emilio “el Indio“ Fernández, conoció a Lola Beltrán y a partir de ese momento se dedicó a componer canciones famosas. Era diabético y a consecuencia de complicaciones derivadas de su enfermedad, sufrió un infarto y embolia, que acabaron con su vida. Este tema de título onomatopéyico es uno de los más bellos huapangos y más versionados del cancionero mexicano. Entre sus numerosas onterpretaciones en directo y en película, son muy conocidas las de Luis Miguel, Rocío Dúrcal, Perry Como, Caetano Veloso, Miguel Aceves Mejía, Harry Belafonte, Nana Mouskouri, Julio Iglesias, Shirley Kwan, Lila Downs o Joan Baez. Pero hoy casi 60 años después todas las otras versiones palidecen comparadas a la del inmortal Pedro Infante, sacada de su película ESCUELA DE VAGABUNDOS, dirigida en 1954, por el famoso director regiomontano Rogelio Antonio González Villarreal. CUCURRUCUCÚ PALOMA. Huapango Letra y Música: Tomás Méndez Dicen que no comía; nomás se le iba en puro llorar. Dicen que no dormía, nomás se le iba en puro tomar. Cuentan que el mismo cielo se estremecía al oir su llanto. ¡Cómo lloró por ella, que hasta en su muerte la fue llamando! ¡Ay, ay, ay, ay, ay, lloraba! ¡Ay, ay, ay, ay, ay, sufría! ¡Ay, ay, ay, ay, ay, cantaba! ¡De pasión mortal, moría! Que una paloma triste muy de mañana le iba a cantar a su casita sola con sus puertitas de par en par. Cuentan que esa paloma no es otra cosa más que su alma, que todavia la espera pa’ que regrese la desdichada. ¡Cucurrucucú, paloma! ¡Cucurrucucú, no llores! Las piedras jamás, paloma, qué van a saber de amores. Cucurrucucú, cucurrucucú, cucurrucucú, paloma, ya no le llores. VOCABULARIO cucurrucucú: onomatopeya del gorjeo o arrullo de las palomas tomar (amer): beber
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