Las hojas que ríen - El último de la fila

Lo barro desde el interior. Me digo que no es para mí, que yo sólo quiero la flor del tiempo. No necesito nada más que el soplo de un amanecer, que el resto es sólo el humo del incienso. Duérmete al cobijo de esta tarde. Duérmete al agua de anís. Duérmete al arrullo de la brisa. Duérmete al verde fugaz. Dime que fue verdad, que hubo un sendero aquí, que también yo ando perdido. Como el torero al que abandona su coraje, busco yo a tientas burladeros. Duérmete con la nana del gitano. Duérmete al verde fuga
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