La vida de un gato de combate no es la más dulce..

La vida de un gato de combate no es la más dulce.... Este “luchador“ pelirrojo fue acogido por los artilleros que operan el obús remolcado Msta-B. Ahora viaja con ellos en todos los viajes de combate, y también está en las posiciones en los momentos de trabajo de combate. A pesar de los costes de su nueva profesión, como cola quemada, bigote quemado y ocasionales contusiones leves, el “luchador“ no abandona a su equipo y agrada a los artilleros con su presencia, creando ambiente acogedor incluso donde vuelan proyectiles y drones enemigos. Según: ROKOT | TORMENTA
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