Lilly Téllez, por Fabrizio Mejía | Video columna

Dentro del debate para alargar la presencia de militares en labores de seguridad pública hasta 2028, la senadora Lilly Téllez saltó una frontera que muchos hemos considerado el paso del discurso político de derecha a uno de ultraderecha: “animalizó” y cosificó a sus pares, que son representantes de la República. Basta escuchar cómo empezó su discurso: “Buenas tardes, bola de corruptos. Buenas tardes, ceros a la izquierda”. Llamar “bola” a la mayoría del Senado es nombrar a sus representantes como algo que se auto-reproduce, sin contenido, pura forma, como una bola de nieve que, por rodar, se hace grande. La derecha siempre nombró “bola” a la Revolución mexicana, como si no tuviera demandas y objetivos que resultaron en la Constitución de 1917. Ahora, decir que la mayoría parlamentaria es una “bola” le da esa carácter de causa de todos los males y no de su efecto. Visita Facebook:
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