Abe Reles (Peter Falk) y Bug Workman (Warren Finnerty) son dos sicarios independientes que empiezan a trabajar a las órdenes del poderoso y despiadado capo mafioso Louis ’Lepke’ Buchalter (David J. Stewart). Su primer trabajo consistirá en matar a Walter Sage (Morey Amsterdam), quien se estaba apropiando de las ganancias de Lepke. Para ello, Reles obliga al cantante Joey Collins (Stuart Whitman), que le debe dinero a Reles y es amigo de Sage, a que colabore para que pueda asesinarlo. Luego Reles lo amenaza con matarlo a él y a su esposa, la bailarina Eadie (May Britt), si le cuentan a alguien sobre el asesinato. Luego, Reles aprovechará la ausencia de Joey para violar brutalmente a su esposa, quien abandonará a Joey por no querer huir con ella a cualquier sitio lejos de los mafiosos. Sin embargo, a instancias de Reles, la pareja se reconcilia y el sicario les entrega un lujoso apartamento donde luego tendrán que convivir con el mafioso Lepke que se oculta de la policía. Ante la presión investigativa del fiscal Turkus (Henry Morgan) y el detective Tobin (Simon Oakland), Lepke ordenará matar a todos sus compinches, incluido Reles, y también a Joey y Eadie, para no tener testigos en su contra. Reles negocia con el fiscal y accede a testificar contra Lepke a cambio de cargos reducidos. Además, Turkus pone a Joey y Reles bajo custodia. Pero Joey se niega a testificar temiendo que Lepke mate a Eadie en venganza. Eadie, abatida por la negativa de su esposo, deambula peligrosamente sola por la playa y sucede lo esperado: la asesinan. También esa misma noche Reles es asesinado. Recién entonces, Joey testificará contra Lepke, quien es ejecutado (DERECHO NOIR)