19 Saber lo Infinitamente Generoso que es Dios y como todo lo Lindo y Bueno viene Únicamente de Dios
Dios es infinitamente generoso y todo lo bueno y bello proviene únicamente de Él. Esta afirmación se encuentra en la Biblia en numerosas ocasiones, como en el Salmo 107:8-9 que dice: “Alaben al Señor por su gran amor y por sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque Él sacia al alma sedienta y llena de bienes al alma hambrienta“.
En el evangelio de Mateo, Jesús enseña a sus discípulos a confiar en Dios y no preocuparse por las necesidades materiales, porque Dios provee para todas ellas. En Mateo 6:33, Él dice: “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas“.
La generosidad de Dios se puede ver en la creación misma. Dios creó un mundo lleno de belleza y vida, desde la majestuosidad de las montañas hasta la delicadeza de las flores. En el libro de Génesis, se dice que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, lo que demuestra el valor y la importancia que Dios da a cada ser humano.
Además, Dios ha sido generoso con la humanidad al darle a su Hijo Jesucristo para que muriera en la cruz por nuestros pecados y nos reconciliara con Él. La salvación y la vida eterna son dones que vienen únicamente de Dios.
En resumen, la Biblia nos muestra la generosidad de Dios en cada página y en cada historia. La vida misma es una muestra de su bondad y de su amor por nosotros. Todo lo que es bueno y bello proviene de Él y es por eso que debemos darle gracias y alabarle por todo lo que nos ha dado.
Aquí te comparto más detalles y referencias bíblicas sobre la infinita generosidad de Dios y cómo todo lo bueno y bello proviene únicamente de Él:
En primer lugar, la generosidad de Dios se manifiesta en su acto de creación. En Génesis 1:1 se lee: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra“. En los versículos siguientes, se describe cómo Dios crea todo lo que existe: la luz, el firmamento, las aguas, la tierra, la vegetación, los cuerpos celestes, los animales y al ser humano. Todo esto es un regalo de Dios para su creación, y muestra su infinita generosidad.
Asimismo, la Biblia nos enseña que todo lo bueno y bello proviene únicamente de Dios. En Santiago 1:17 se lee: “Todo lo bueno que tenemos y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay mudanza ni sombra de variación“. Esto significa que todas las cosas buenas y hermosas que existen en el mundo son un regalo de Dios, y que Él es la fuente de toda bendición.
Además, la generosidad de Dios se manifiesta en su amor y misericordia hacia nosotros. En Juan 3:16 se lee: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna“. Dios nos amó tanto que envió a su Hijo Jesucristo para morir por nuestros pecados y así ofrecernos la salvación y la vida eterna. Esto es un acto de generosidad infinita por parte de Dios, quien no tuvo que hacerlo, pero lo hizo por amor hacia nosotros.
Por último, la Biblia nos enseña que debemos ser generosos como Dios lo es. En 2 Corintios 9:6-7 se lee: “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre“. Debido a que Dios es infinitamente generoso con nosotros, nosotros también debemos ser generosos con los demás y compartir lo que tenemos con aquellos que lo necesitan.
En resumen, la Biblia nos enseña que todo lo bueno y bello proviene únicamente de Dios, y que Él es infinitamente generoso con su creación. Debemos reconocer que todo lo que tenemos es un regalo de Dios y ser agradecidos por ello, y también debemos seguir su ejemplo de generosidad y amor hacia los demás.
Además, en Santiago 1:17 se afirma que “todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación“. Esto sugiere que cualquier cosa buena que recibimos en la vida, ya sea material o espiritual, proviene directamente de Dios.
Por último, el propio Jesús nos enseña en Mateo 7:11 que si los padres terrenales dan buenos regalos a sus hijos, ¿cuánto más nuestro Padre celestial nos dará cosas buenas a nosotros que se lo pidamos?
En conclusión, las Escrituras nos muestran claramente que Dios es infinitamente generoso y que toda bondad y perfección provienen solo de Él. Debemos estar agradecidos y reconocer la fuente de todas las bendiciones en nuestra vida.