Jorge Reyes, en el mictlán.

A la Izquierda del Colibrí. Jorge reyes. Ofrenda 1 de noviembre 2010. Estoy tan acostumbrado a estar vivo que ni cuenta me di cuando me volví zopilote. Cuando vuelo no tengo miedo, nadie me ha podido alcanzar. En la casa del colibrí no se ha escuchado la última palabra. Nadie recuerda exactamente cuando me vieron por última vez cazando con las manos conejos de fuego en la oscuridad. Como una greca palpitante, siete víboras al acecho. En el fulgurante mar de arriba solo perdura mi canto. Después del eclipse de sangre ya casi ni gente somos. Aquí donde llueve tierra los signos están rotos. Xolotl bajó al infierno en forma de perro. Solo quedan las casas y los indios colgados en el viento encendido. Mi sombra empolvada cae sobre el tambor de tierra. En el espejo humeante soplan las flautas funerarias. En el lago del ombligo de la luna casi siempre hay una respuesta. Solo hay que saber cuál es la pregunta correcta. Textos en náhuatl: Xopan Cala Itec Tzontecochotzin Zantic Mayahua In Puyuma Xochitl Amoxtlacuiloi in Moyollo In Tic Tzotzoma in Moheuheu Traduccion: En el interior de la Casa de la Primavera Soy el Papagayo de la Gran Cabeza Tú solo nos das Flores que embriagan Libro de Pinturas es tu Corazón Haces resonar los tambores Jorge Reyes y Antonio Zepeda. 198
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