FRACASO Y ÉXITO DEL MALTUSIANISMO

FRACASO Y ÉXITO DEL MALTUSIANISMO 1. El maltusianismo tiene su origen en el economista británico Thomas Malthus y su publicación “Ensayo sobre el principio de la población” de 1798. Se trata del primer gran precedente del catastrofismo contemporáneo. Su tesis fundamental partía de la idea de que, mientras la producción de alimentos crecía a un ritmo de progresión aritmética, la población lo hacía a un ritmo geométrico, lo cual supuestamente encaminaba a la sociedad al desastre. 2. Con frecuencia se ha relacionado la publicación de esta obra con el impacto que la revolución francesa de 1789 tuvo sobre las élites británicas y el vuelco conceptual que supuso para ellas, desde el optimismo de la Ilustración hacia el pesimismo frente a movimientos populares y cambios sociales y políticos que desbordaban su marco de confort. Un pesimismo histórico que fue acentuándose a lo largo del siglo XIX. 3. Las conclusiones básicas de las tesis del maltusianismo apuntaban en dos direcciones básicas: - Por un lado, hacia el pesimismo con respecto al avance social, tecnológico y productivo, que hasta entonces parecía capaz de resolver todos los retos de la humanidad. - Por otro lado, a la necesidad de enfrentar el crecimiento de la población. 4. Las tesis de Malthus se demostraron rotundamente falsas. El desarrollo económico, y la producción de alimentos en concreto, evolucionó de forma mucho más acelerada que la población. El análisis de Malthus no ha sobrevivido a la evidencia lógica y empírica, que ha demostrado que era totalmente erróneo. 5. A pesar de ello, aunque con frecuencia se olvida, la obra de Malthus ha tenido una enorme influencia en el mundo contemporáneo. La invalidez de sus tesis económicas y sociales no impidió la expansión progresiva del maltusianismo entre las élites europeas desde fines del siglo XIX, ni su continuidad hasta nuestros días. 6. La explicación radica en que las bases reales del maltusianismo no han sido el análisis racional ni de las implicaciones del crecimiento de la población ni de las posibilidades que ofrece el avance social y económico. Sus bases reales han sido la desconfianza y el desprecio creciente hacia la humanidad en su conjunto, propios de la mentalidad aristocrática y rápidamente asumidos por las nuevas élites plutocráticas desde el siglo XIX hasta hoy. 7. A pesar de la inconsistencia argumental del maltusianismo, el posicionamiento sicológico / filosófico de carácter pesimista frente al progreso, y despreciativo y crítico frente a la humanidad, y frente al crecimiento de la población en especial, han ido encajando perfectamente con los sentimientos y las ideas de las élites occidentales. Las catástrofes previstas por Malthus fueron progresivamente adaptadas o sustituidas por otro tipo de previsiones también catastróficas que, a lo largo de las generaciones contemporáneas, han permitido mantener vivas las tesis del pesimismo maltusiano o neomaltusiano. 8. En la práctica, el maltusianismo, y los sucesivos catastrofismos neomaltusianos, pueden claramente considerarse como manifestaciones “ideológicas” de la mentalidad aristocrática y oligárquica y como instrumentos de la misma para la manipulación de los ciudadanos y de las dinámicas sociales en función de los intereses y estrategias de las élites corporativas occidentales. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. PDF:
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