Sobre la niña abandonada

En 1947, un domingo por la mañana apareció en un campo de refugiados de Centroeuropa la figura corpulenta y amable del P. Werenfried van Straaten. Traía un buen lote de lo que nadie tenía por entonces en la Europa de la postguerra: alimentos, ropa, medicinas…Y explicó a los residentes –en su mayoría, alemanes del Este– que venía de los Países Bajos y todo aquello era un don que, por amor a Dios, les hacían sus enemigos de ayer. Entre los desolados internos se hallaba una niña de unos diez años, que había huido sola hasta allí entre la multitud despavorida. Ayuda a difundir y promocionar el pensamiento y obra del profesor: hazte AMIGO a través de: Puedes formarte en el arte de pensar y vivir creativamente a través de los cursos de la Escuela de Pensamiento y Creatividad on-line. Más información en:
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