La lucha por la hegemonía global con EE. UU. está en marcha

La reciente visita del presidente chino, Xi Jinping, a Rusia, supuso un nuevo impulso a una relación que ambos países consideran estratégica. Moscú y Pekín no solo buscan reforzar su cooperación económica, que se ha venido estrechando desde el inicio de la guerra en Ucrania. El objetivo es también impulsar un nuevo orden mundial. Para conseguirlo, China busca ampliar su esfera de influencia económica sobre la base de los BRICS. Además, el gigante asiático adopta un creciente papel mediador en conflictos internacionales para alimentar su imagen de liderazgo. La lucha por la hegemonía global con Estados Unidos está en marcha.