Para entender qué es la ley natural, primero debemos saber lo que ciertamente no es la ley natural y definitivamente no lo es, y no tiene absolutamente nada que ver, con las teorías de Darwin sobre la evolución.
La supervivencia darwiniana del más apto; la llamada ley de la jungla o el llamado orden natural de la naturaleza, como el mundo de los leones, NO, definitivamente ESA NO es la Ley Natural, entonces, ¿qué es realmente la ley Natural?
La definición de la palabra natural es: inherente y tiene una base en la realidad y la naturaleza. En otras palabras, no hecho por el hombre. La definición de la palabra ley es una condición existente que es a la vez vinculante e inmutable. Vincular significa tener un efecto del que no se puede escapar. Inmutable significa que no puede ser cambiado por nada ni por nadie. Por lo tanto, la ley natural es un conjunto de condiciones universales, no creadas por el hombre, vinculantes e inmutables que gobiernan las consecuencias del comportamiento de los seres con capacidad de inteligencia holística.
La ley natural gobierna las elecciones dadas por el libre albedrío, agregadas o colectivas, de poblaciones enteras, al manifestar las consecuencias de los comportamientos que elegimos. Las consecuencias que recibimos siempre dependen de si nuestros comportamientos elegidos son morales o inmorales o, en otras palabras, correctos o incorrectos, no hay zonas grises de moralidad.
!La comprensión de la ley natural no es en absoluto un sistema de creencias o una religión.!
Lo natural se remite a un orden inherente al mundo que emana de un reino superior, divino o espiritual. Deriva de percepciones originarias que entendían la “naturaleza“ como manifestación de una “natura“ sagrada.
Particularmente, la voz “natural“ surge de antiguas raíces en el Medio Oriente; el término “ntr“ del antiguo Egipto para designar la “divinidad“, junto al sufijo árabe “a“ denotando procedencia.
Al unir ambos componentes lingüísticos, se conformó la noción de aquello “relativo a lo divino“. Con el tiempo, se expandió para abarcar procesos terrenales regidos por un orden cósmico subyacente, de génesis metafísica.
Por tanto, históricamente “natural“ carga un profundo sentido que vincula las leyes universales inmanentes, que llamamos naturaleza, con una sabiduría trascendente que impregna la totalidad de la existencia. Lo natural como manifestación sublime.